Herpes labial

Por herpes labial entendemos las típicas ampollas o pupas que aparecen en los labios o alrededor de la boca. Al mismo tiempo suele haber una zona enrojecida. Normalmente se presenta también una sensación de hormigueo o de quemazón en la zona. Con el tiempo, las vesículas se rompen y supuran un líquido transparente. Al final del proceso se forma una costra y cicatriza en aproximadamente una semana.

El herpes labial está causado por el Virus del Herpes Simple, del cual somos portadores la mayor parte de los adultos, aunque no presentemos síntomas. El virus se propaga por contacto directo de las lesiones o por saliva de personas infectadas. A causa de toda una serie de factores desencadenantes se produce el brote de herpes labial: bajada del sistema inmunitario, exposición solar, frío, menstruación, cambios hormonales, fiebre, resfriados o gripe, fatiga, heridas.

¿Cómo afrontar un herpes si ya lo tienes activo?

Lo primero que hay que tener en cuenta son medidas generales, que se resumen en:

  • No toques la zona afectada, y si lo haces, lávate inmediatamente las manos.
  • No compartas cubiertos, barras labiales, cepillos de dientes o toallas, y evita contacto físico con tu pareja.
  • Sé higiénico.

Trata entonces tu herpes:

  1. Con antivirales como Zovicrem, a base de aciclovir, que inhibe la progresión del virus y favorece su curación.
  2. Con productos que reduzcan y limiten la progresión del virus, como Compeed Calenturas, Herpatch o Sorefix. Tienen la ventaja que además disimulan las  pupas.

No olvidéis que el sol puede desencadenar o agravar un brote de herpes labial. Por lo tanto, es muy importante tener los labios convenientemente hidratados y protegidos del sol, para lo cual hay barras labiales con filtros solares. Destacamos Photerpès SPF50+, desarrollado específicamente para garantizar una intensa hidratación y prevenir las calenturas inducidas o agravadas por el sol.