Categoría: Síntomas y enfermedades


Día Mundial de la Diabetes

La diabetes es una enfermedad crónica que se manifiesta por una dificultad del organismo a la hora de utilizar el azúcar que ingiere con los alimentos. Como resultado, se ocasiona hiperglucemia, ya que el azúcar se acumula en la sangre sin poder ser utilizado por los tejidos.

Ello es debido a una deficiente o nula producción de insulina por parte del páncreas. La insulina es la hormona encargada en el organismo de regular los niveles de azúcar en sangre, y favorecer el paso del azúcar de la sangre hasta los tejidos para ser utilizado.

Con el paso del tiempo la diabetes va provocando toda una serie de complicaciones, originadas por problemas micro y macrovasculares. Éstas se traducen en:

  • Lesiones oculares: Retinopatía, que puede acabar en ceguera.
  • Lesiones renales: Que pueden acabar en insuficiencia renal.
  • Lesiones nerviosas: Que pueden provocar impotencia o el pie diabético (con amputaciones por infecciones graves en casos extremos).
  • En fermedades cardiovasculares, como anginas o infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia circulatoria los miembros inferiores.

En nuestro país se calcula que hay unos dos millones de personas que sufren diabetes sin diagnosticar.

Nuestro estilo de vida condiciona claramente el riesgo de padecer la forma de diabetes tipo 2, o del adulto, así que ten en cuenta estos consejos para cambiar el mañana, pues la prevención es esencial:

  • Sigue una dieta adecuada y equilibrada.
  • Practica ejercicio físico de forma regular.
  • Vigila tu peso.
  • No fumes.
  • Si consumes alcohol, hazlo moderadamente.
  • Controla tus niveles de glucosa de forma regular.

Empieza ahora a prevenir o retrasar la posibilidad de padecer diabetes, desde los factores que puedes controlar: una alimentación y unos hábitos de vida saludables. No hay que olvidar que esta patología es la principal causa de ceguera, de amputación no traumática de miembros inferiores y de enfermedad renal avanzada con necesidad de diálisis.

Para más información sobre las actividades del día mundial de la diabetes consulta el enlace de la ADC (Associació de Diabètics de Catalunya) o la FEDE (Federación de Diabéticos Españoles).

Intolerancia a la lactosa

Puede que conforme van pasando los años vayas notando una serie de situaciones como molestia abdominal, hinchazón o distensión abdominal, gases y flatulencias, o otros desórdenes digestivos, que además asocias a después de haber tomado productos lácteos.

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Es posible, entonces, que padezcas de intolerancia a la lactosa.

La intolerancia a la lactosa es una situación que se produce cuando en el intestino delgado no hay suficiente cantidad de lactasa, que es la enzima encargada de digerir la lactosa, un tipo de azúcar presente en la leche de los mamíferos. Como consecuencia de ello, parte de la lactosa, (o toda, en función del grado de intolerancia) pasa al intestino grueso, donde es utilizada por las bacterias del intestino grueso, generando las sustancias de deshecho (gases y grasas de cadena corta) responsables del cuadro sintomático que puedas presentar.

Pero, ¿porqué se produce esta intolerancia a la lactosa?

  • De origen genético, se pierde, de forma progresiva la capacidad de producción de lactasa, con lo que se va perdiendo poco a poco la capacidad de digestión de la lactosa.
  • Secundaria a un daño intestinal temporal que interfiere en la producción de lactasa, como infecciones, uso de antibióticos, algunas enfermedades intestinales o malnutrición (como anorexia o bulimia). En este caso, la intolerancia es temporal; cuando se restablecen las condiciones normales desaparece esta condición.
  • Congénita. Se presenta, pero, muy raramente.

Y, ¿qué puedes hacer si tienes intolerancia a la lactosa?

Lógicamente, restringir o eliminar el consumo de leche o derivados lácteos. Hay hoy en día posibilidades de elegir leches y lácteos “bajos en lactosa” o “sin lactosa”, que pueden ser elegidos en función de nuestro grado de tolerancia.

Hay que tener presente que la leche de vaca y derivados son una fuente importante de calcio, vitamina D y de algunas proteínas, que deben ser compensadas con otras fuentes de vitaminas y minerales. Otros alimentos ricos en calcio pueden ser el brócoli o la coliflor, sardinas, salmón, frutos secos.

De todas formas, puede que un día no quieras renunciar al sabor de la leche de vaca o de un buen trozo de queso, o que te encuentres en una cena de negocios o de amigos o estés en alguna celebración. Para estos casos tienes la opción de tomar Lactoben o Lactoben Forte, un complemento alimenticio que contiene lactasa, la enzima que te permitirá digerir los lácteos. Elige una u otra en función del grado o intensidad con que manifiestes la intolerancia a la lactosa.

Hemorroides

Se calcula que entre el 30 y el 50% de la población, en especial en la franja de edad entre 45 y 65 años, ha padecido, padece o padecerá algún trastorno relacionado con las hemorroides. Afectan muy negativamente a la calidad de vida de quien las padece, con unos síntomas que van desde una simple inflamación y molestia a picor, dolor o sangrado.

Hemorroides

Las hemorroides están causadas por una dilatación e inflamación de las venas hemorroidales, que rodean el canal rectal. Y esto, normalmente, es consecuencia de cuando se somete a presión la zona, como en casos de estreñimiento crónico, o si hay que hacer mucha fuerza para defecar. En casos leves, esta inflamación no sobresale por el ano, pero en casos más avanzados pueden sobresalir de forma temporal, por ejemplo al defecar, o de forma permanente, causando un intenso dolor si la sangre se coagula.

La sintomatología que dan depende del grado de la hemorroide. En casos leves se puede observar sangre en las heces o en el papel higiénico y/o picor en la zona anal. Conforme la enfermedad hemorroidal va agravándose, empeora la intensidad en la que se presentan los síntomas: pinchazos y sensación de comezón y picor en la zona anal, producción de exudado, sangrado, dolor.

Para abordar el tratamiento de forma global debemos tener en cuenta, por un lado, determinadas medidas higiénico-dietéticas, y, por el otro, tratamiento farmacológico, destinado a disminuir la inflamación y el dolor.

Por lo que respecta a las medidas higiénico-dietéticas, van encaminadas a:

  • Combatir el estreñimiento:
    • Con una dieta rica en fibras, abundante líquido y evitando los alimentos irritantes, como los muy especiados, alcohol, café o ácidos.
    • Si es necesario, con suplementos de fibra, que ablanden las heces, y disminuir así el esfuerzo y el estreñimiento, como Plantaben o Agiolax; para que funcionen correctamente debe ingerirse mucha agua.
    • Realizando ejercicio aeróbico con regularidad, y evitando el sedentarismo
  • Higiene local adecuada. Mejor con toallitas especiales, como Hemofarm toallitas, para facilitar una limpieza no irritante después de cada evacuación.

Como ya hemos comentado, los medicamentos van destinados, principalmente, a disminuir el dolor y la inflamación, aunque los hay que también nos pueden ayudar mejorando la circulación periférica.

  • Para disminuir el dolor  y la inflamación: Pomadas antihemorroidales, con corticoides tópicos, como Hemorrane, con anestésicos tópicos como Hemoal, con asociaciones de ambas como Antihemorroidal Cinfa o Anso Pomada, o si sois partidarios de remedios naturales, con Avenoc pomada, que es un medicamento homeopático. En este caso, hay que tener en cuenta que Avenoc pomada puede ser usado con seguridad durante el embarazo, época en la que no es infrecuente padecer de este problema.
  • Para mejorar la circulación periférica, se aconseja en determinados casos medicamentos como Daflon, que tiene efecto venotónico favoreciendo el retorno venoso.

 

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