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Infecciones por hongos
El calor y la humedad en verano crean las condiciones ideales para las infecciones por hongos. Además, con frecuencia estamos en piscinas públicas, en las que andamos descalzos…
En verano, las infecciones por hongos, aunque sean más frecuentes entre los dedos de los pies, también se dan en otras zonas de la piel, uñas y mucosas, además de zonas de roce como el pliegue mamario o el inguinal.
Los tipos de infecciones por hongos más habituales son:
- Pie de atleta: Típicamente entre los dedos de los pies, es muy molesta, causando mucho picor. Suele infectarse en duchas comunes, piscinas o saunas contaminadas.
- Infecciones en las uñas: Se altera el color de la uña desde el extremo y va creciendo hasta la base.
- Candidiasis vaginal: Causada por levaduras del género Candida, causa sensación de quemazón y secreción blanquecina. Esta infección se ve favorecida por las condiciones de mayor humedad del verano.
- Pitiriasis versicolor: Produce manchas en forma de escamas con picor. En verano suelen ser más visibles ya que pigmentan de forma diferente.
Una vez sabido todo esto, vamos a recomendaros unas medidas para prevenirlas:
- Intenta no caminar descalzo en lugares públicos, especialmente piscinas o saunas.
- Seca bien la piel después del baño o la ducha, poniendo especial atención entre los dedos o los pliegues.
- Sé muy cuidadoso con la higiene personal.
- No compartas toallas u otros objetos que puedan estar contaminados.
- Usa ropa transpirable que no acumule el sudor.
La mayoría de las infecciones por hongos más habituales responden a tratamientos por vía tópica con clotrimazol o bifonazol. En nuestra tienda web (pincha aquí) encontrarás medicamentos para tratar el pie de atleta, como Canespie, candidiasis, como Gine-Canesten o infecciones en las uñas, como los de Dr. Scholl o Excilor.
Así que ya sabes, sigue nuestros consejos y previene las infecciones por hongos más habituales.
Infecciones cutáneas por hongos
Las micosis cutáneas son infecciones de la piel producidas por hongos. Pueden afectar tanto a niños como a adultos, y normalmente se manifiestan como manchas blancas o rojizas, que pueden dar sensación de malestar y picor, aunque los síntomas pueden variar según cual sea el hongo y la zona afectada en concreto.
Por suerte para nosotros, la mayoría de las infecciones por hongos en humanos suelen ser superficiales, es decir, afectan sólo a nivel cutáneo. Los hongos forman parte de la flora presente en la piel y uñas de forma habitual. Una elevada humedad o una baja forma de las defensas puede provocar un sobrecrecimiento de estos hongos microscópicos, provocando, por citar los ejemplos más frecuentes, el pie de atleta o una candidiasis vaginal.
Especial cuidado deben tener los diabéticos y pacientes inmunosuprimidos, ya que el riesgo de padecer infecciones fúngicas es más elevado, así como los usuarios de aerosoles con corticosteroides inhalados, ya que su uso favorece también la aparición de infecciones orales si no enjuagan correctamente la boca después de usar los aerosoles.
Para tratar las infecciones por hongos no sirven los antibióticos, y hay que recurrir a medicamentos antifúngicos.
Para tratar y prevenir las micosis cutáneas se deben seguir medidas de higiene adecuadas:
- Lavar y secar adecuadamente las zonas afectadas. Especialmente en zonas íntimas utiliza geles específicos de esta zona, que respeten el pH y favorezcan el restablecimiento de la flora.
- No utilizar ropa que no transpire. Usa, por ejemplo, prendas de algodón.
- No utilizar calzado muy cerrado, especialmente en verano.
- Llevar adecuadamente cortadas las uñas de manos y pies.
- Usar siempre zapatillas en duchas y vestuarios públicos.
- Tratar con cremas con antifúngicos las zonas afectadas.
En nuestra tienda web encontrarás un amplio surtido de geles de higiene íntima (ver productos), cremas y óvulos de tratamiento para infecciones vaginales (a veces provocadas también por la ingesta de determinados antibióticos, aunque sólo este tema nos dará para otro blog), cremas para tratar el pie de atleta (ver producto) o tratamientos para infecciones en uñas (ver producto).
Y recuerda, consulta con tu médico o farmacéutico cualquier duda que puedas tener al respecto.
Resistencia a antibióticos
Los antibióticos y antimicrobianos son medicamentos que curan enfermedades causadas por bacterias y otros microorganismos. Utilizados correctamente salvan miles de vidas, pero el mundo se está enfrentando a un serio problema. Y este problema parecía ya resuelto cuando Fleming descubrió la penicilina. En efecto, cada vez se está presentando más un creciente problema de resistencia a estos medicamentos.
Los microorganismos evolucionan cuando se exponen frente a los antimicrobianos: mueren los individuos sensibles y sobreviven aquellos que han mutado y se han hecho resistentes. Son a los que, conforme va pasando el tiempo debemos enfrentarnos, y ya no son sensibles a los medicamentos que disponemos.
Según la OMS, la resistencia a antibimicrobianos:
- Compromete la prevención y el tratamiento eficaz de un número cada vez mayor de infecciones causadas por bacterias, parásitos, virus y hongos.
- Constituye una seria amenaza para la salud pública mundial.
- Afecta a todas las partes del mundo sin excepción.
Hay que tener en cuenta que las infecciones causadas por microorganismos resistentes no responden a los tratamientos convencionales, alargando la duración de la enfermedad, y aumentando incluso el riesgo de muerte por enfermedades que ya se tenían controladas.
Además, la resistencia a los antibióticos pone en jaque a los logros de la medicina moderna. ¿Quién se arriesgará a una operación de cirugía preventiva? O, ¿cómo se harán transplantes de órganos sin profilaxis antimicrobiana?.
Así que, ayuda al mundo a luchar contra la resistencia a los antibióticos:
- Utiliza sólo antibióticos cuando te los prescriba tu médico.
- No presiones a tu médico para que te lo prescriba. Ni presiones a tu farmacéutico para que te lo venda sin prescripción médica. El farmacéutico no puede recetar, ni vender antibióticos sin prescripción médica.
- No utilices antibióticos para la gripe o el refriado: no son eficaces contra los virus.
- Sigue al pie de la letra las instrucciones de tu médico cuando tomes antibióticos. La posología y duración del tratamiento debe ser el adecuado. No interrumpas el tratamiento aunque te sientas mejor.
- No des ni recomiendes antimicrobianos a otras personas, ni utilices recetas sobrantes de tratamientos anteriores.
- Lávate las manos y evita el contacto directo con enfermos para evitar el contagio de infecciones bacterianas y víricas.
- Utiliza preservativo para prevenir el contagio de infecciones de transmisión sexual.
- Vacunate y ten al día tu carnet de vacunaciones.
No queremos llegar a una era postantibióticos en la que infecciones comunes puedan volver a ser mortales.