Otitis veraniegas

Un problema frecuente en el verano son las otitis externas en los niños. En efecto, todo el día en remojo en la piscina o en la playa crean un ecosistema húmedo constante en el oído, caldo de cultivo de posibles infecciones. Por tanto, intentaremos daros algunos consejos útiles para evitarlas.

Para centrarnos, lo primero que debes saber es que una otitis es una inflamación del oído, que puede afectar a diferentes partes del mismo. Las más frecuentes en verano son las otitis externas, cuando queda agua atrapada en el conducto auditivo y se crea el ambiente ideal para infecciones.

El niño siente dolor o picazón, que suele aumentar si se presiona la zona, y la sensación de que el oído está taponado.

Una otitis es causa de visita al pediatra. Así que:

  • Si un niño llora muy fuerte sin motivo aparente.
  • Grita fuerte de dolor
  • Presenta fiebre alta, tiene otitis de forma recurrente
  • Una vez instaurado un tratamiento pasan más de 48 horas con fiebre alta, no lo dudes; acude al pediatra.

Puedes evitar en gran medida la aparición de otitis a través de una buena higiene del conducto auditivo. Lo ideal son sprays especiales para este fin (consultar aquí). Evita el uso de bastoncillos, ya que pueden crear micro lesiones, o impactar el cerumen y formar un tapón que evitará drenar correctamente la humedad.

Acabamos con unos consejos para prevenir otitis veraniegas:

  1. Seca bien la zona externa de los oídos después del baño o la ducha.
  2. Usa tapones impermeables (de cera o silicona) en el momento del baño.
  3. Evita los bastoncillos para la higiene auricular. En vez de ellos, usa sprays específicos para este fin.
  4. Cuidado con las uñas u otros objetos punzantes en el oído.
  5. Evita la formación de cerumen mediante una buena higiene.

Esperamos que esta información os sea de utilidad y que podáis disfrutar de un verano a tope y con buena salud.