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Intolerancia a la lactosa
Puede que conforme van pasando los años vayas notando una serie de situaciones como molestia abdominal, hinchazón o distensión abdominal, gases y flatulencias, o otros desórdenes digestivos, que además asocias a después de haber tomado productos lácteos.
Es posible, entonces, que padezcas de intolerancia a la lactosa.
La intolerancia a la lactosa es una situación que se produce cuando en el intestino delgado no hay suficiente cantidad de lactasa, que es la enzima encargada de digerir la lactosa, un tipo de azúcar presente en la leche de los mamíferos. Como consecuencia de ello, parte de la lactosa, (o toda, en función del grado de intolerancia) pasa al intestino grueso, donde es utilizada por las bacterias del intestino grueso, generando las sustancias de deshecho (gases y grasas de cadena corta) responsables del cuadro sintomático que puedas presentar.
Pero, ¿porqué se produce esta intolerancia a la lactosa?
- De origen genético, se pierde, de forma progresiva la capacidad de producción de lactasa, con lo que se va perdiendo poco a poco la capacidad de digestión de la lactosa.
- Secundaria a un daño intestinal temporal que interfiere en la producción de lactasa, como infecciones, uso de antibióticos, algunas enfermedades intestinales o malnutrición (como anorexia o bulimia). En este caso, la intolerancia es temporal; cuando se restablecen las condiciones normales desaparece esta condición.
- Congénita. Se presenta, pero, muy raramente.
Y, ¿qué puedes hacer si tienes intolerancia a la lactosa?
Lógicamente, restringir o eliminar el consumo de leche o derivados lácteos. Hay hoy en día posibilidades de elegir leches y lácteos “bajos en lactosa” o “sin lactosa”, que pueden ser elegidos en función de nuestro grado de tolerancia.
Hay que tener presente que la leche de vaca y derivados son una fuente importante de calcio, vitamina D y de algunas proteínas, que deben ser compensadas con otras fuentes de vitaminas y minerales. Otros alimentos ricos en calcio pueden ser el brócoli o la coliflor, sardinas, salmón, frutos secos.
De todas formas, puede que un día no quieras renunciar al sabor de la leche de vaca o de un buen trozo de queso, o que te encuentres en una cena de negocios o de amigos o estés en alguna celebración. Para estos casos tienes la opción de tomar Lactoben o Lactoben Forte, un complemento alimenticio que contiene lactasa, la enzima que te permitirá digerir los lácteos. Elige una u otra en función del grado o intensidad con que manifiestes la intolerancia a la lactosa.